La betaína (conocida también como trimetilglicina TMG), es un aminoácido modificado que consta de una molécula de glicina rodeada por tres grupos metilo.
Se produce de forma natural en el cuerpo humano y se puede encontrar en varios alimentos como por ejemplo las espinacas, el trigo, y la remolacha.
La betaína, desempeña un papel esencial en la salud del sistema cardiovascular.
La betaína junto con otros nutrientes como el ácido fólico, la vitamina B6 y B12, ayuda a reducir los niveles de homocisteína.
Los niveles altos de homocisteína se asocian con enfermedades cardiovasculares y neurológicas graves. Un exceso de homocisteína puede causar daños en las paredes de los vasos sanguíneos. Lo cual puede llevar a la arterioesclerosis por la acumulación de placa y rigidez de las arterias, a la insuficiencia cardiaca y en consecuencia a los infartos de corazón y cerebro
En cuanto a sus beneficios para incrementar la fuerza y la resistencia muscular según algunos estudios podría ayudar a mejorar el rendimiento deportivo [1][2][3][4].
Pero tal y como indica Ahmed Ismaeel [5] en su revisión sistemática con metaanálasis, aunque efectivamente en algunos estudios se ve una mejora en el grupo de betaína, se necesita más investigación para determinar si la betaína por si sola mejora el rendimiento deportivo.
Sin embargo, la betaína cumple dos funciones importantes en el cuerpo como donante de grupos metilo y como regulador osmólito en el equilibrio hídrico de la célula [4]. Que la betaína pueda regular el equilibrio hídrico de la célula resulta de especial importancia cuando entrenamos con RFS puesto que una excesiva hinchazón celular podría hacer que la célula muera por hincharse hasta el punto de estallar.
La betaína actúa preservando mejor la estructura de la célula y haciendo que sea más resistentes al estrés que recibe, por lo que podría ser interesante incluirla en nuestro combo.
Evidentemente será necesaria más investigación específica con atletas que toman betaína y entrenan para mejoras de hipertrofia y fuerza con RFS, pero hasta que esto suceda (si es que sucede), por los motivos que he expuesto anteriormente me parece que podría ser interesante incluirla en un protocolo específico de suplementación con RFS.
Además parece que puede aumentar la respuesta anabólica (GH, IGF-1 y SPM) tras el ejercicio [6], por lo que si el efecto en dichos aumentos es sumatorio al que ya se consigue con el ERFS la inclusión de betaína en nuestro arsenal de suplementación podría resultar muy interesante.
A pesar de sus múltiples beneficios la betaína también tiene una cara menos amable, y es que podría presentar algunos efectos secundarios leves como por ejemplo malestar estomacal o nauseas. En caso de notar algún tipo de efecto secundario en ese sentido habría que reducir la dosis o retirar la suplementación.
Si se está tomando algún tipo de medicamento debe consultar con su médico antes de consumir betaína.
Modo de empleo y dosis de betaína
La dosis efectiva con vistas a las mejoras del rendimiento deportivo es de entre 3g y 5g dividida en 2 tomas al día, y se puede tomar en cualquier momento del día.
[1] J. R. Hoffman, N. A. Ratamess, J. Kang, S. L. Rashti, and A. D. Faigenbaum, “Effect of betaine supplementation on power performance and fatigue.,” J. Int. Soc. Sports Nutr., vol. 6, p. 7, Feb. 2009, doi: 10.1186/1550-2783-6-7.
[2] E. C. Lee et al., “Ergogenic effects of betaine supplementation on strength and power performance.,” J. Int. Soc. Sports Nutr., vol. 7, p. 27, Jul. 2010, doi: 10.1186/1550-2783-7-27.
[3] J. F. Trepanowski, T. M. Farney, C. G. McCarthy, B. K. Schilling, S. A. Craig, and R. J. Bloomer, “The effects of chronic betaine supplementation on exercise performance, skeletal muscle oxygen saturation and associated biochemical parameters in resistance trained men.,” J. strength Cond. Res., vol. 25, no. 12, pp. 3461–3471, Dec. 2011, doi: 10.1519/JSC.0b013e318217d48d.
[4] J. M. Cholewa et al., “Effects of betaine on body composition, performance, and homocysteine thiolactone,” J. Int. Soc. Sports Nutr., vol. 10, no. 1, p. 1, 2013, doi: 10.1186/1550-2783-10-39.
[5] A. Ismaeel, “Effects of Betaine Supplementation on Muscle Strength and Power: A Systematic Review,” J. Strength Cond. Res., vol. 31, no. 8, 2017.
[6] J. M. Apicella et al., “Betaine supplementation enhances anabolic endocrine and Akt signaling in response to acute bouts of exercise.,” Eur. J. Appl. Physiol., vol. 113, no. 3, pp. 793–802, Mar. 2013, doi: 10.1007/s00421-012-2492-8.
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